Siempre tuve una relación especial con las letras y los números. Desde bien pequeño había empezado a escribir cosas. Esas cosas tenían que ver con el cielo y las estrellas, con las que alucinaba. Mis cómics favoritos oscilaban entre Los Transformers, He Man y Los Caballeros del Zodiaco. Vibrar con un Número Capital o Maestro implica recibir señales desde bien temprano, así como "saber cosas" que no sabes por qué las sabes ni de dónde han salido. Cosas que no tendrías por qué saber. Claro, esto lo sabría mucho después, cuando a mi carrera con las letras se sumó una formación y un interés más concreto por los números y su significado no mecánico, arquetípico y profundo. Después de una carrera como editor y periodista, en 2015 ocurre algo: me doy cuenta de que el mundo está enfermo. La gente, la sociedad. Así, de forma natural, dejé por la mitad una novela que había empezado con entusiasmo, para empezar mi primer libro sobre desarrollo personal. Ya venía leyendo sobre Astrología y Numerología, además de ser un practicante de toda técnica que se relacionara con crear tu propia realidad. Así, después de hacer varios cursos, decidí lanzarme con una propuesta para ayudar a las personas a conocerse a si mísmas a través de los números. Empecé por mí mismo, claro. Ahí me di cuenta de la importancia de las palabras talladas en la entrada del Templo de Apolo, en Grecia: conócete a ti mismo y conocerás a Dios y al Universo. Y aquí estoy.